La actualidad es una trampa.
La percepción inevitablemente limitada que tenemos del
momento que nos toca vivir nos impide hacer una evaluación razonable –ni hablar
de objetiva- de los acontecimientos. Todo parece importante, todo es urgente.
La forma más efectiva de enfrentar el dilema presente suele
ser usando trucos aprendidos en actualidades anteriores, haciéndole trampa a la trampa.
Entonces podríamos decir que lo que realmente importa de lo
que está pasando ahora es lo residual, lo que nos va a servir para entender lo
que pase después.
Estar atrasado en el presente es como ver el futuro.
Excelente!
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