24


La actualidad es una trampa.

La percepción inevitablemente limitada que tenemos del momento que nos toca vivir nos impide hacer una evaluación razonable –ni hablar de objetiva- de los acontecimientos. Todo parece importante, todo es urgente.

La forma más efectiva de enfrentar el dilema presente suele ser usando trucos aprendidos en actualidades anteriores, haciéndole trampa a la trampa.

Entonces podríamos decir que lo que realmente importa de lo que está pasando ahora es lo residual, lo que nos va a servir para entender lo que pase después.

Estar atrasado en el presente es como ver el futuro.



23


Hace tiempo un tipo con nombre de frigorífico hizo una propuesta muy racional y sustentable: comerse a los pobres para terminar con la pobreza. Más precisamente a los hijos de los pobres. Las ventajas eran innumerables: mejor calidad de vida para las embarazadas (por cuidar a su producto) un crecimiento exponencial de la economía en los sectores más necesitados y un ahorro importante para el estado. Además de introducir un nuevo manjar al menú de los pudientes y sibaritas.

No llegó a implementarse por cuestiones morales y otros prejuicios de esa índole, pero creo que ha pasado tiempo suficiente como para reconsiderar la idea. O por lo menos buscar una variante aggiornada a los tiempos que corren.

Sé que hay muchos que tienen propuestas muy interesantes y no se animan a decirlas por miedo a la condena social, esa espantosa y demodé forma de censura.

Vamos muchachos, levanten la mano, no sean tímidos. Es ahora o nunca.

Wiki
Texto



22



Dicen que lo que nos diferencia de otros animales es la conciencia, la posibilidad de racionalizar.

Aunque hay indicios de conciencia en algunas especies, no hay consenso absoluto sobre el tema en la comunidad científica, y ya sabemos que ante la duda siempre se impone la opinión del más convencido. Digamos que preferimos pensar que somos superiores al resto.

Entonces le entramos al churrasco sin culpa ni remordimiento, montamos caballos y vamos a pasear al zoológico, por mencionar algunas de las conductas más aceptadas. Asumimos todo eso como un derecho intrínseco y podemos explicarlo racionalmente, pero al final no es más que la clara manifestación de nuestra ineludible animalidad.

Tengo que aclarar que no soy ni remotamente vegetariano ni estoy en contra de muchas de esas prácticas, pero no puedo dejar de pensar que inevitablemente llegará el momento en que todas esas costumbres sean consideradas primitivas y repugnantes.

Al final, lo que nos diferencia es lo que nos condena. La razón nos hace creer que no somos animales.



21



Para estar a la moda sólo hace falta tener paciencia.

Ni plata, ni buen gusto, ni revistas ni nada. Paciencia nomás.

Es así: vos quedate como estás, misma pilcha, mismo peinado. La naturaleza humana y las vueltas del mercado hacen que en algún punto de la historia todo eso coincida, se alineen los planetas y pum!, de golpe tenés una onda tremenda.

El problema es que dura poco, pero quien te quita lo bailado.



20



Estimado Señor Bond:

No tengo el gusto de conocerlo personalmente, pero he seguido de cerca todas sus aventuras con gran interés y debo decirle que siento hacia usted un gran afecto y admiración. Las bellas mujeres y los autos veloces palidecen frente a su asombroso despliegue de audacia y coraje.

Lamentablemente, mis fieles secuaces me informan que su próxima misión tiene como objetivo atacar a este humilde servidor. Recibí la noticia con gran pesar, ya que no me resulta grato tener que eliminar cruelmente a una persona de su valía. Por tal motivo, a través de esta misiva, apelo a su buena voluntad para dirimir el asunto de una forma más civilizada.

Comprendo su preocupación por los recientes avances de nuestro programa de desarrollo nuclear, pero me veo en la obligación de señalar que existen otros casos similares, incluso más evolucionados que el nuestro. Sin embargo no veo que usted haya intentado infiltrarse en el pentágono –por dar un ejemplo al azar- y liberar al mundo de tan fatídica amenaza.

Entiendo que su accionar responde a las voluntades de Su Majestad y su país no se destaca precisamente por el diálogo, pero confío en que su inobjetable sentido común y su particular encanto logren llevar esta amarga situación a buen puerto y podamos zanjar nuestras diferencias, martini mediante, contemplando un atardecer en el balcón de mi humilde guarida secreta.

Atentamente suyo:
Mr. X



19


Así no muchachos, un poco de dignidad, por favor.

No podemos arreglar todo con una cita de Oscar Wilde o un poema de Neruda que sacamos de Wikipedia y ni siquiera sabemos si es auténtico porque en la puta vida agarramos un libro de ninguno de los dos.

Que sé yo si Borges dijo eso que me ponés ahí, inclinadito y entre comillas. Así cualquier boludez parece importante. Además sabés que no me voy a poner a discutir con Jorge Luis, y con eso te asegurás -por lo menos- el beneficio de la duda.

Eso, señores, es cobardía intelectual.
Que feo.



18



Entonces cuando estás completamente obnubilado con esos chirimbolos increíbles de tu nuevo teléfono sintiéndote una cruza de James Bond con Flash Gordon, te llega un mensaje lleno de pq, tb y lol, rematado con una carita feliz, que seguramente le haya ahorrado mucho tiempo al escribiente pero a vos te lleva una eternidad descifrar.

Y ahí nomás te das cuenta que con el telégrafo estábamos bien. Que no hacía falta mucho más que eso, que tuvimos que seguir de largo para terminar volviendo al punto justo.

Ya sé, ya sé: “no se ponga así nono, la pastilla”. Vos gastame todo lo que quieras, pero la verdad es que cuanto más botones tenés, menos ganas de apretarlos te da.

Una mezcla triste de ansiedad y desidia te obliga a resumir sin necesidad cosas que no tienen la más mínima importancia.

Lo cual, más que una paradoja es una confirmación: esas cosas no tienen -efectivamente- la más mínima importancia.



17



Hay cosas que uno cree, cosas que uno cree que cree y otras que quiere creer.

Te pongo un ejemplo:

No tengo las estadísticas, pero supongo que el ser humano promedio cree honestamente en algo general. La paz, ponele.

Al mismo tiempo, cree creer que está a favor de algo en particular (la paz en una circunstancia puntual) pero lo que argumenta para sostenerlo deriva de la conveniencia coyuntural o de la influencia externa que asume como convicción profunda. Incluso las propias acciones prácticas contradicen esa creencia enunciada.

Finalmente, quiere creer que está a favor de eso porque es una buena persona, aunque en el fondo sepa que le falta mucha gomina para salir en Billiken.

Esto explicaría, entre otras cosas, la práctica de yoga en occidente.




16


Vengo cada noche desde tu partida
miro el firmamento buscando consuelo
pero nunca encuentro la calma que anhelo
no existe remedio que cure mi herida.

Fuiste mi tesoro, mi mayor desvelo,
y aunque tu consorte fuese la bebida
hoy, sin la menor duda daría mi vida
por alzar los ojos y ver en el cielo

tus viriles manos, tu pálida tez
tu gesto sereno de amor y recato
susurrando dulce como aquella vez

que nació el amor, como en un relato.
Un cuento de hadas, ingenuo, tal vez
que hoy recuerdo triste, tomando moscato.



De la serie Sonetos de amor etílico




15


El futuro ya pasó.

Lo de ahora es otra cosa. Ese optimismo inoxidable, esa idea de que lo que viene es mejor ya no existe. Lamento ser el portador de tan cruda noticia, pero es tiempo de asumir que las cartas están echadas.

Todo lo que pase de acá en adelante está definido. Sabemos que hay robots, que se pueden clonar células, que los aparatos son cada vez más chiquitos y con menos cables y… pará de contar. A lo sumo se puede decir que va a ser todo cada vez más eficiente, pero olvidate de una novedad.

Ni siquiera hace falta imaginarse nada, te mirás alguna película de Tom Cruise y ya sabés más o menos lo que va a pasar en los próximos años.

Lo más probable es que ya tengan todo inventado y te lo van largando de a poco para que no se te amontonen las cuotas.