85



Ahora parece que hay una plaga de boludos que se la pasa hablando de “overthinking”, que en criollo vendría a ser “pensar demasiado”.

O sea que te están diciendo que no tenés que pensar mucho. Que es mejor dejar que las cosas fluyan, que te relajes, que el universo se ordena solo.

Andá a explicarle eso a Descartes o a Schopenhauer o a Claudio María Domínguez -que seguro te queda más a mano- y te puedo asegurar que volvés con un par de dientes menos.

Si alguien te pide que no pienses, seguro te va a cagar.

Pensalo.




84

Si vas a meter los dedos en el enchufe después no me hables de mala suerte, y si te la pasás yendo a la vecindad y siempre te cruzás al Chavo tampoco me hables de casualidad porque es más o menos lo mismo.

La suerte, como la fe, es una superstición basada en la voluntad, en cambio la casualidad es algo excepcional pero estadísticamente probable. El problema es que si se repite y pierde su carácter inusual, pasa a ser otra cosa: una excusa que esconde una causa inconfesable, una forma socialmente aceptada de mentir.

La suerte no existe. ¿No te gusta? Mala suerte.


83



“La lógica por fin se nos deshizo en la boca” me dijo Charly García antes de convertirse en muppet. Y yo quedé mirando el parlante como un boludo.

Cuando me di cuenta que tenía razón ya no importaba, porque justamente de eso se trata: tener razón ya no importa.

Por suerte o por desgracia, o por fin.


82



Uno se vuelve conservador cuando tiene algo que conservar.

Y ahí se confunde estado de bienestar con acumulación de bienes, entonces la vieja idea de que llega un punto en el que dejás de tener cosas para que las cosas te tengan a vos se queda corta.

Porque cuando ves que las decisiones importantes quedan en mano de un montón de pelotudos que compraron cafeteras automáticas pero toman té en saquito porque las cápsulas cuestan un huevo te das cuenta que las que te tienen de rehén son las cosas de los demás.

Sin azúcar, gracias.



81


“Lo más importante es que vos te sientas bien” me dijo.

Y casi le creí. Hasta que me di cuenta que si todos pensáramos eso nos transformaríamos en una sociedad de idiotas egoístas insensibles capaces de sacrificar todo con tal de obtener una satisfacción inmediata y efímera, aún cuando esa satisfacción signifique la desgracia ajena, incluso cuando esa misma desgracia sea fuente de satisfacción.

Ya me siento mejor, gracias.



80


Hace tiempo hice una propuesta (acá) que empezaba igual que este post. En realidad no era una idea mía sino de Jonathan Swift, un señor muy lúcido que no es el de la foto, ese es Mark Twain, que no tiene nada que ver con esto pero está con un gatito y no pude resistirme.

Volviendo al tema, parece que, si bien las políticas actuales están enfocadas en esa dirección, la cosa viene un poco lenta y todavía no se ven los resultados deseados.

Así que les traigo otra sugerencia para acelerar un poco el proceso: en vez de empobrecer a la gente y comérsela, enriquezcámoslos y que se coman entre ellos.

Siguiendo la teoría riquelmeana de que uno muestra quién es realmente cuando tiene un mango en el bolsillo, hagamos a todos ricos así sacamos lo peor de cada uno y depuramos la especie, evitamos la superpoblación, mejoramos el medio ambiente y otros beneficios colaterales. Todo en un marco de glamour y abundancia.

Sale caro, pero garantiza resultados inmediatos, así que la inversión se recupera rápido y se reparte entre los pocos que quedan.

De nada.


79 - Diario XI




Querido diario:

Creo que las sentencias ingeniosas se tornaron un género banal.
Finalmente.

Boris.






77 - Diario IX


















Querido diario:

Me llevó un tiempo darme cuenta que la consecuencia siempre es más interesante.
La causa suele ser previsible.


Boris.





76 - Diario VIII





Querido diario:

Puede ser que lo esencial sea invisible a los ojos, pero igual lo queremos ver.

Boris.




74 - Diario VI

Querido diario:

Últimamente siento que la información que antes me protegía, ahora me amenaza.
Igual la sigo alimentando.


Boris.





73 - Diario V



Querido diario:

A veces me siento un fantasma, pero en realidad soy un forro que flota.

Boris.




72 - Diario IV



Querido Diario:

Primero aprendimos que asumir es un error; después, que dudar es una tortura inútil.
Ahora debería venir la moraleja.

Boris.


70 - Diario II




Querido diario:

Los problemas menores me afectan más que los importantes. Debo estar madurando.

Boris.




69 - Diario I



Querido diario:

Soñé con un chancho infinito.
No es muy grande, no es inmortal, solo perpetúa su condición de chancho.
Cuando creo que se termina, empieza de nuevo.


Boris.



68

Mi equipo de colaboradores me avisa que la junta de inversores de este blog cerró el balance 2018 con menos beneficios de los esperados, por lo cual me veo forzado a tomar medidas drásticas para recuperar el brillo y el glamour de épocas pasadas.

Empezamos con un sofisticado rediseño integral (largos minutos eligiendo la nueva plantilla) y el anuncio del plato fuerte de la nueva temporada: la publicación de mi Diario Íntimo.

Los más oscuros secretos de un servidor desnudos en una serie de dibujos y reflexiones imperdibles.

Así que no se lo pierdan.



67

Parece complicado pero es bastante simple.

La realidad se define por un conjunto de coordenadas que estructuran el pensamiento y están determinadas por los principios dominantes de la época. En algún momento eran los dioses, en otro la ciencia, ahora los medios.

Por eso cuando una pantalla te dice que llueve, aunque tengas adelante al que te está meando, igual vas a buscar el paraguas.

Habrá que esperar que pare. O vender paraguas.







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66

Dicen las encuestas que 6 de cada 10 personas creen que su situación económica no va a mejorar en lo que resta del año.

Pero 2 de esas 10 también creen que las cremas antiarrugas reducen las arrugas, otras 4 creen que un señor con barba que vive en el cielo le va a solucionar los problemas, 3 creen que el ajedrez es un deporte y la última cree que la milanesa de soja califica como milanesa.

Así que la única conclusión posible es que, aunque parezcan que tienen razón, no se puede confiar en las encuestas, no se puede confiar en las estadísticas, pero, sobre todo, no se puede confiar en las personas.

Menos si vienen de a 10.