43

Si es verdad que la valía de un hombre se mide por el calibre de sus enemigos yo estoy al horno.

Sé que últimamente le hice saber a más de uno mi opinión sincera -que no era necesariamente complaciente- pero creo que el hecho de exponer mis dudas y resaltar la subjetividad del punto de vista hizo que las reacciones fuesen positivas, dejándome sin oponentes claros.

Y así es como se va todo a la mierda. ¿Para qué molestarse en argumentar si es más cómodo y civilizado relativizar el asunto y cerrar en empate? El problema es que si todos tenemos razón, la razón pierde sentido, y nos quieren hacer creer que es mejor así.

Estamos contemplando el comienzo del fin del criterio.
Démosle la bienvenida a la era del humo.



5 comentarios: