Cuando las circunstancias te mandan a la banquina no queda
otra que maniobrar para mantener el rumbo, y la única manera de hacer que las
cosas sigan más o menos igual es ir mutando.
A menudo se confunde con evolución, pero eso implicaría una mejora en algún
aspecto, algo que no siempre sucede.
En general se trata de mantener las cosas como estaban
haciendo que los cambios sean imperceptibles, negando el proceso. Lo resistimos
porque asumir que podríamos ser otro no es fácil. Eso explica el alto valor social
de conceptos tan ambiguos y abstractos como “ideales” y “coherencia”.
En mi nueva vida voy a ser yo. Pero, como dice Nacho, ahora no.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario