60

La idea de cambiar para seguir siendo el mismo no es ninguna novedad. El barco de Teseo, el río de Heráclito y la casita de Tucumán no me dejan mentir.

Cuando las circunstancias te mandan a la banquina no queda otra que maniobrar para mantener el rumbo, y la única manera de hacer que las cosas sigan más o menos igual es ir mutando. A menudo se confunde con evolución, pero eso implicaría una mejora en algún aspecto, algo que no siempre sucede.

En general se trata de mantener las cosas como estaban haciendo que los cambios sean imperceptibles, negando el proceso. Lo resistimos porque asumir que podríamos ser otro no es fácil. Eso explica el alto valor social de conceptos tan ambiguos y abstractos como “ideales” y “coherencia”.

En mi nueva vida voy a ser yo. Pero, como dice Nacho, ahora no.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario